domingo, 28 de febrero de 2010

Serendipity.



Y encontrarte por casualidad con la felicidad plena y no ser realmente consciente de ella hasta que tu cuerpo llace en la cama con la intención de descansar y encontrar esa paz mental a ese día tan agitado, dando vueltas y más vueltas, intentando lograr la postura idónea para al fin llegar a un punto de relax absoluto, dejando atrás el análisis contínuo de toda esa experiencia, de ese viaje tan agotador, fantasmas del pasado, ilusiones rotas, proyectos inacabados y un largo etcétera que alimenta-ba de negativismo tu espíritu. Esbozando esa pequeña sonrisa causa de los logros obtenidos, sonriendo al mundo como muestra de gratitud. Ninguna lágrima derramé de la frialdad que gracias a muchísima gente he construido en mi interior. No tears, no words. Aún así puedo gritar a los cuatro vientos que, a día de hoy, y pese a quien pese ¡SOY FELIZ! ¡Tengo todo lo que buscaba en esta ciudad! ¡Ahora sí, soy imparable!

MOM here i go!

Y es que tan bellas palabras salidas de una voz tan dulce, creada de su inmensa experiencia, de una persona encantadora, creadora de preciosos momentos, animadora de pasiones, guía de soñadores; y repetirse esas frases que una y otra vez gente buena me había dicho, e incluso más allá... pero te ciegas y no ves nada... Te encierras en ese pensamiento de agonía contínua en busca de tu objetivo, tu sueño, y sólo esperas que esa persona que mueve el timón las diga... y te las dice. Y reconoces que estabas equivocada con tu forma de pensar, que nadie es más importante que tú si su formación o curriculum no te lo verifica, que somos todos del mismo sitio aunque mucha gente esté despuntando hacia el fracaso de su propio ego y derrota de su alma. Intenté comenzar desde muy arriba porque era una ignorante, seguí desde abajo porque seguía siendo una ignorante, pero ahora me acompaña la palabra EXPERIENCIA, y puede que yo misma sea la que no la tenga y siga siendo esa ignorante, pero soy capaz de reconocer entre el bien y el mal, lo bueno y lo malo, y escojo lo puro, la esencia, alimentar mi alma.

Gracias vida por darme esta oportunidad. Gracias vida por darme lo que tanto deseaba en estas aventureras tierras británicas.

Y de nuevo gracias a vosotros por leerme en cada uno de mis escritos, por tantos comentarios buenos sobre mis creaciones y mi persona. Sé quienes lo leéis, incluso los que aparentáis que no hacerlo, pero no importa. Soy importante para el mundo, para una persona y con eso me sobra.

Sed felices.

viernes, 26 de febrero de 2010

.. notas perdidas en un cajón

LA NADA. LOS NADIE.

Burdas caras con su papel,
sin sombra,
reales ante la vida, mintiendo su propio ser.

Personalidad intacta por la gran mentira a su conocimiento,
sin cerebro,
sin personalidad,
sin ser...

Artista frustrado en su propio ego,
con mano inquieta,
pero cerebro muerto.

Mi alma sufre,
mientras tu fuerte mentira aún más se alimenta y acecha imparable ante una verdad,
verdad propia que alimentan seres ignorantes,
ignorancia supina,
plena vuestra felicidad.

Vendrán tiempos mejores,
y las vendas caerán de vuestros ojos ciegos ante vuestro propio movimiento,
guiado entonces por el afán de competencia y no por la armonía que la belleza os ofrece.

Subiréis, caeréis y os arrepentiréis. Dudas. Verdad. Vacío.


Lil'zhaf (principios del 2009)
Palabras hechas movimiento, tu vida un sentimiento. Todo tú eres arte

Aquí os dejo parte de una nota que encontré un día por casualidad.
De eso fragmentos que te vienen a la mente y necesitas apuntarlos aunque sea en una cristalina servilleta o un rollo de papel higiénico. De esos vomitos inconscientes de palabras que no te dejan respirar hasta que los plasmas con paciencia y tinta. Fueron tiempos duros para los soñadores, y siguen siéndolos, si además las sombras que le rodean no son benefactoras de la felicidad impaciente. Pero mientras sea yo la que emita luz propia y me guie en el camino, seré imparable, y conseguiré lo que quiero.

De nuevo, gracias por leer.
Sed felices.

Croquis.

¿Alguna vez os habéis parado a analizar las calles? ¿El porqué de esa simetría no concordante con la sociedad tan asimétrica? ¿Su distribución paralela y perpendicular? ¿Sus esquinas, chaflanes o diferentes salidas?

Las calles están infravaloradas. Esas pequeñas rutas que siempre te llevan donde quieres ir, donde los atajos hacen más llevadero el camino hacia tu objetivo, en las que la gente camina, observa, charla, ríe, duerme, come, calla, se abraza, discute, se besa, se entrena, baila, se reúne… Las calles son vida y forman parte de tu vida. Es maravilloso perderse entre ellas y que sean éstas las que te guíen hacia paraderos desconocidos e increíbles, o te enseñen nuevos caminos hacia tu felicidad. Debéis probarlo. Salir de casa un día con el único objetivo de conocer las calles, que te hablen y tú les respondas con tu paso y desemboques en un nuevo momento, una nueva fotografía para tu mente, una creación de sensaciones y sentimientos, algo magnífico e indescriptible. Quedarte sin palabras ante la magia que pueden aportarte.

Hace unas semanas descubrí esa magia con Brick Lane, un barrio cercano a la parada de metro Liverpool Street, barrio bohemio y esperpéntico donde los haya. Es como cruzar una frontera entre lo rutinario y lo estrambótico. Perderte en esas calles llenas de ropajes antiguos, tiendas de música, muebles remodelados, reciclaje, vinilos, conciertos, olores, sabores, reggae, diversidad, cultura… Aunque resulta un poco abrumador al principio tal cúmulo de cosas en varias calles, terminas por adorar ese paseo. Creando momentos.

Y es que recorrer las calles no debería ser un simple acto ir pisada tras pisada hacia tu destino, cabizbajo, con un único fin. Las calles están deseosas de hablarte, y tú no quieres escucharlas bien sea por estrés, cabreo, puntualidad o ansiedad. Sal un día a la calle y sonríele, te devolverá esa sonrisa en forma de un paseo agradable e incluso puedas llevarte alguna sorpresa.

Hoy el sol hizo acto de presencia en tierras británicas. Sentir el calor en tus mejillas mientras caminas a tientas por su ceguera hacia el metro y escuchar como en una familia francesa la hija le dice a su padre, encandilado con su café para llevar: ‘Adoro cuando sale el sol’, y la sonrisa en ambos hace que ese momento se convierta en irrepetible.

No esperes que las calles te hablen nada más pisar la acera.
Disfruta, camina, ábrete… y te hablarán.

De nuevo, gracias por leerme.
Sed felices.

jueves, 25 de febrero de 2010

Estoy enamorada

Y lo curioso es que no tiene ningún tipo de similitud con el prototipo ideado en mi mente. Aún así alberga todo lo que ese ideal me podría aportar para hacerme feliz. Me propone cantidad de opciones día tras día, sin descanso, variando de un extremo al otro. Le encanta estar rodeado de gente, que todo el mundo le conozca y se den cuenta de todo lo que puede llegar a aportar. No le considero racista, todo lo contrario, le encanta la multiculturalidad, la variedad, y todo ello con muchísimo respeto. Le encanta el arte en todos sus campos. Adora llevar la contraria, cosa que ni mucho menos se aleja de mi personalidad. Es acogedor, entrañable, divertido, lleno de vida. Una lista interminable de adjetivos positivos y que, a día de hoy, aún sigo descubriendo algunos más.
Lo que más me gusta de todo esto es que no corresponde a ningún ser humano en general ni ningún ser vivo en particular. Va más allá. ¿Queréis saber quién es? Pues bien, su nombre es ‘Londres’, y pese a que mi amor por él surgió hace varios años, no ha sido correspondido hasta hace unos meses.

Todo empezó un 22 de Septiembre de 2009 cuando, habiendo sido robada dos días antes e ir desnuda como quien dice, decidí vivir mi propia aventura, cambiar mi rutina, crear mi nueva vida. Es precioso coger un avión hacia tu sueño, sin saber que te depara el camino, cuestionando si la duración será la prevista, más corta o más larga, repasando mentalmente la gramática de la nueva lengua para poder ser entendida correctamente, leyendo los mensajes, notas o cartas que tus seres queridos te han hecho con todo su cariño, imaginando la vida que te espera, inventando parajes, creando ilusiones… Vamos, una puta m-i-e-r-d-a. Luego llegas y te tienes que dedicar a la delincuencia porque no te queda otro remedio ya que, debido a la huelga eterna de los británicos con su excelente trabajo en correos, no tendrás las tarjetas hasta casi pasadas las dos semanas. Además, te das cuenta de que con un bono mensual aquí te pagas cuatro en tu ciudad natal. Después compruebas que los precios de los mercados son más elevados, y echas de menos esos dos kilogramos de mandarinas por un euro aunque realmente tu paladar no las soporte. Te toca aprender a andar con cuidado porque todo está al revés y puedes morir en el intento de atravesar incluso la calle más minúscula de tu nueva residencia. Analizas que la juventud española de hoy en día se pasa la amabilidad por donde suelen urinar habitualmente y te toca afirmar que antes te presta su atención un americano, que no inglés, que un compatriota. Sientes como todo el mundo hace vida, sale de fiesta y se bebe sus ‘pintas’ mientras que tu único camino es de la universidad a casa y de casa a la universidad ya que no puedes permitirte ni el divertirte. Cuentas el saldo de tu libreta de ahorros y te frustras ante el gasto de tan sólo el primer mes de experiencia y rezas para que ese ingreso que NUNCA llega de la beca que supuestamente te han concedido se haga efectivo. Haces cálculos y más cálculos para poder realizar todo lo que esta ciudad te ofrece pero te das cuenta que, aparte del alimento para tu estómago, te toca rechazar el seguir con la pasión de tu vida, el baile. Y un sin fin de cosas que, sinceramente, YA NO ME IMPORTAN.

Y… ¿Sabéis por qué? Porque por fin he descubierto que amo a Londres, y Londres me ama. Amo la vida y doy gracias por estar aquí viviendo un año, mientras que mucha gente no puede permitírselo o se ahogan amargados en la rutina diaria de cada una de sus vidas. Porque esta es la consecuencia de mi decisión y doy gracias a mis idas de cabeza de las que muchos se mofan en ciertas ocasiones. Pero, la que está aquí soy yo. Porque esta es una experiencia que me ha hecho madurar mi cerebro a unos pasos agigantados e inexplicables. Porque te das cuenta de quién está a tu lado. Porque te acerca a personas que pensabas que no volverías a entablar ningún tipo de conversación pero, aunque sea triste, se dan cuenta de tu ausencia justo cuando no te sienten en su país. Porque hace replantearte la vida día tras día y aprender a improvisar a cada paso que das. Porque aprendes a valorar el SILENCIO. Por favor, que palabra más bonita. Porque te enseñas a disfrutar de un paseo contigo misma ya sea por las agitadas calles de compras o por los preciosos e inmensos parques. Porque te da tiempo a escucharte, responderte y actuar. Porque empiezas una relación contigo misma que mucha gente debería plantearse. Porque empiezas a valorar la importancia de la cultura.

Muchísimos de estos porqués han sido consecuencia de largas charlas con la gente que quiero. Sí, porque me he dado cuenta que LES QUIERO. A mamá y papá o papá y mamá, a mi marido, a mi mejor amigo, a mi Dear LookBook, a la piña, a mi pequeña Amelie, a mi hermana, a mi psicóloga valenciana, a Tam, a mi HOLA,TE KIERO, a mi señor maestro tullido, a mi maikel, a mi compañera de momentazos falleros (aka Jorge), a mi ídolo de masas de videoblogs, a mi bitchie, etc. A todos vosotros, ¡GRACIAS! Cada uno de vosotros ha sido participe de mi experiencia aquí. Aún sin teneros, haber compartido miles de momentos conmigo. Os llevo siempre, en mi corazón.

Pero sobretodo a ti, mi marido. Porque muchísimas de estas cosas no tendrían sentido si no las hubiera compartido contigo. Nunca sabré agradecerte todo lo que has hecho y haces por mí día tras día. Me haces feliz con tan sólo un ‘click’. Siempre unidos. TOFFEE!

Bueno, llego la despedida. Este es un ‘Hasta Luego’ ante muchas otras entradas que tendrá este blog. Ahora mismo me siento como Carry Bradshaw en sus momentos de inspiración, frente a su ordenador, sin saber como empezar, ni como terminará, sin saber si ello implicará una sonrisa en alguien desconocido, o una mueca en un íntimo amigo.
Sólo se que soy yo, y me quiero.

Gracias a todos por leerme.
Sed felices.